Uno de los primeros acercamientos a la lectura durante la infancia, es la lectura en voz alta por medio del profesorado. Una actividad que tiene como finalidad no solo la función de la creación de los primeros campos semánticos, sino que también, el fortalecimiento de la dinámica social en el infante.
La lectura en voz alta (como receptor) es el proceso mediante el cual, por medio del uso de la vista, oído y cerebro se toma parte en el desarrollo de una historia, escuchando la voz del narrador y creando un sentido a partir de ello (Gurdon, 2019). Esta actividad muestra ser una herramienta útil para el potenciamiento de 3 áreas: emocional, intelectual y social.
Aunque se considera como una de las formas más antiguas de transmitir conocimiento, el proceso de recibir información mediante otra persona o grupo de manera directa sigue proponiendo beneficios inclusive en la época digital.
Una de ellas es la interacción que genera una lectura en voz alta, en la cual no solo abarca la persona que se encuentra leyendo en voz alta, quien tendrá que modular la voz o el nivel de interacción en la narración en respuesta a la recepción del grupo (Tarim, 2015), que a su vez tendrá que interactuar en la retroalimentación posterior (Hahn, 2002), evitando una escucha pasiva y sin procesamiento.
Por medio de esta interacción, leer en voz alta reporta mayores beneficios que una recepción de información sin retroalimentación, como la que se puede dar por medio de un video o un audio (Johnston, 2015). Gran parte de este beneficio, se debe a la naturaleza social que se genera durante la lectura narrada.
Jacobs en el 2016 propone una serie de pasos para que el profesorado ofrezca una lectura en voz alta de manera eficiente:
- Elección del texto
- Definir el tópico
- Definir el nivel
- Preparar la escena
- Preludio
- Lectura en voz alta
Al terminar:
- Preguntar
- Comentarios
- Hacer conexiones entre lo leído y lo que se sabe
Generando en el grupo:
- Vocabulario
- Pronunciación
- Comprensión
- Habilidades comunicativas
- Motivación
- Habilidades de pensamiento crítico
- Literacidad
- Habilidades de escucha
En añadidura, Lane y Wright (2007) enfatizan 3 aspectos que deben tenerse a consideración cuando se aplica la lectura en voz alta: el método, el texto y la actividad. El primer aspecto enfatiza que una lectura en voz alta debe estar estructurada, es decir, debe aplicarse con un objetivo pedagógico y narrativo, ya que esto será lo que generará la atención en el grupo. Con ello, se da el segundo punto, el texto será la vía mediante cual se enviará el mensaje o las métricas de enseñanza para esa sesión, por último, la lectura deberá tenerse presente como un diálogo lector, en la cual el grupo interactúa antes, durante así cómo posterior a la lectura, evitando una pasividad al recibir la información.
El módulo sobre lectura 2023 en México reportó que “La población no lectora presenta una mayor carencia de estímulos para la lectura durante la infancia: 83.0 % declaró que sus padres o tutores no la llevaban a bibliotecas o librerías, 79.7 % dijo que sus padres o tutores no le leían y 68.3 % no veía a sus padres o tutores leer.” Lo que puede provocar una dificultad para la interpretación de la lectura escolar, así como material lector más avanzado.
Sin embargo, la lectura en voz alta de manera grupal o de manera directa para con el infante puede reportar beneficios para el acercamiento a comprensión de vocalización de palabras, así como la correcta dicción. (Batini et al, 218) de igual manera facilitar el proceso de escritura de las mismas. (Abdulrahman, 2019).
El proceso de llevar a cabo una lectura en voz alta para el infante es una herramienta de relativa fácil acceso para los padres, que ayudará a complementar las herramientas mostradas en el entorno escolar,con ello, también mejorar la interacción social padre/hijo. Una lectura en voz alta con los padres que culmine en una plática sobre lo entendido o puntos que le gustaron del relato, pueden sentar las bases para aplicaciones prácticas en su vida (Wadsworth, 2008).
La lectura en voz alta en conjunto con una lectura por comprensión con estructura y finalidad, puede ser la base primordial para generar en los más jóvenes, la motivación para acercarse de manera voluntaria a la lectura. Dando como resultado, sembrar una de las habilidades más importantes para un óptimo desarrollo neuronal, emocional y social.
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